INMUNOBIOLOGÍA DEL TRASPLANTE DE ÓRGANOS

 Lcda. Waleska Victoria Sanchez. Especialista en Cuidados Intensivos al Adulto, Maestrante en gerencia de la salud publica



Los avances en lo últimos años en el conocimiento de los mecanismos que intervienen en el alorreconocimiento y en los elementos efectores de la respuesta inmunitaria, así como de los mecanismos de inmunorregulación, Se han consolidado el trasplante de órganos. En este contexto, el sistema principal de histocompatibilidad y la respuesta humoral han adquirido un peso muy importante en el pronóstico del trasplante

      La compatibilidad antígena entre el receptor y el donante esto con la finalidad de optimizar la supervivencia del injerto y minimizar posibles reacciones inmunológicas entre las pruebas requeridas en trasplante son:

1.   Detreminacion de grupo sanguíneo ABO-RH

2.   Tipificación de los antígenos LHA clase I-II-III

3.   Realización de pruebas cruzadas leucocitarias

4.   Monitores y detecciom de anticuerpos anti LHA mediante un panel de linfocitos o antígenos HLA purificados

Antígenos del sistema ABO de los grupos sanguíneos los grupos eritrocitos humanos ABO son antígenos potentes en los trasplantes de organos y tejidos, debido a que los seres humanos presentan de manera natural anticuerpos contra los antígenos del sistema mencionado su importancia es que están siempre presentes en los endotelios vasculares de diversos órganos.

     Si se trasplanta un órgano un individuo ABO incompatible, los anticuerpos naturales llamados isoaglutinas anti A y O  anti B del receptor produce una lesión tisular en el órgano trasplantado lo que conduce al rechazo en consecuencia el grupo sanguíneo del receptor y donador debe ser establecido antes de realizar cualquier trasplante del mismo modo que se investiga antes de cualquier transfusión sanguínea.



     Seguidamente Los antígenos del complejo mayor de histocompatibilidad (CMH), además de presentar antígenos a los linfocitos T, son los encargados de identificar las células del organismo y diferenciarlas de las extrañas, funcionando como una especie de documento de identidad de cada célula. El elevado polimorfismo  genético del CMH permite un gran número de combinaciones de estas moléculas, y la probabilidad de que dos individuos tengan los mismos determinantes antigénicos es extremadamente baja. Los genes que codifican las proteínas que forman este sistema antigénico en el ser humano (antígeno leucocitario humano [human leukocyte antigen, HLA]) están en el cromosoma 6. Los más relevantes codifican dos tipos de antígenos con distinta función biológica: los de clase I (locus A, B y C) y los de clase II (locus DR, DP y DQ). Los antígenos de clase I aparecen  en casi todas las células nucleadas del organismo, en tanto que los de clase II se limitan a las células encargadas de la presentación de antígenos: linfocitos B, macrófagos y células dendríticas, principalmente. Las moléculas de clase I se especializan en presentar los péptidos procesados a los linfocitos T CD8, mientras que las de clase II los presentan a los CD4.

     La traducción de cada gen del sistema HLA da lugar a una proteína homogénea en la que se intercalan algunas regiones muy variables y polimórficas que reciben el nombre de epítopos y que se comportan como aloantígenos. Cada epítopo o combinación de epítopos es específico de cada alelo, pero algunos alelos de los distintos loci pueden compartir epítopos. Estos motivos compartidos explican las relaciones que tienen entre sí determinadas especificidades (divisiones o splits, grupos de reacción cruzada, antígenos públicos) y deben tenerse en cuenta en la interpretación de los estudios de anticuerpos y en la selección de donantes. Más recientemente se ha descrito la estructura tridimensional de los antígenos HLA y las secuencias aminoacídicas lo que ha permitido definir sus bases estructurales. De este modo, lo que comienza a proponerse actualmente es que más que el polimorfismo a nivel alélico del HLA se consideren los residuos polimórficos de aminoácidos en la superficie del HLA con capacidad inmunogénica y que pueden ser desencadenantes de la respuesta humoral frente al injerto. Es lo que se conoce como eplets, que vienen a ser los epítopos del HLA reconocidos por las regiones determinantes de complementaridad (CDR) de los anticuerpos





     Por otra parte, En el caso del trasplante renal, la determinación de los antígenos HLA en donante y receptor es obligatoria, dada la relación incuestionable entre su compatibilidad y la evolución del injerto con independencia de cualquier otro factor: la supervivencia del injerto a largo plazo disminuye cuanto mayor es el número de incompatibilidades HLA . El tipaje HLA solía determinarse mediante métodos serológicos pero cada día más se imponen los métodos moleculares que permiten una mayor definición a nivel alélico, lo cual cobra especial relevancia en el manejo del rechazo humoral

Compatibilidad HLA entre el donante y el receptor

     Una vez obtenido el tipaje HLA del donante y del receptor se puede definir el grado de compatibilidad HLA entre ambos. A mayor compatibilidad (número de identidades) menor riesgo de respuesta inmune del receptor contra el órgano. El número de incompatibilidades del donante que se introducen en el receptor con el órgano (antígenos no compatibles) es importante porque definirá el riesgo y el tipo de sensibilización humoral contra el donante en caso de que se produzca.



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